Nuestra
legislación es de nivel europeo y su cumplimiento
tercermundista.
Palencia, 6
de abril de 2012
Comunicado.
La gran
contestación social surgida contra varios proyectos extractivos muy
perjudiciales para el medio ambiente de nuestra provincia, como son la
mina a cielo abierto de Uminsa en Villanueva de la Peña --Valurcia-- y la macro-cantera
de Cementos Alfa en Aguilar de Campoo --Alba--, ponen de actualidad un problema
mucho más generalizado y cada vez más grave en la provincia de Palencia, que es
el desorden y la falta de planificación de las concesiones mineras
Las
minas a cielo abierto consiguen trabajo para unos meses a costa de bosques que
desaparecen para siempre, las canteras van comiéndose el paisaje y las graveras
destrozan fincas de regadío y las riberas de los ríos, una destrucción
constante de nuestro patrimonio colectivo en aras del supuesto interés público
de estas empresas, ¿cuál es el interés público de convertir nuestra provincia
en un paisaje lunar?
Existe
abundante legislación reguladora y varias administraciones con responsabilidad
de aplicarla, Ayuntamientos, Medio Ambiente e Industria, pero minas y canteras
en la montaña y graveras en el sur siguen campando a sus anchas, en una
proliferación indiscriminada en la que todo vale, casi todo se autoriza y muy
poco se vigila, con la consecuencia evidente del generalizado incumplimiento de
las restricciones teóricamente impuestas
en sus autorizaciones ambientales.
Los
colectivos ecologistas no quieren la paralización de la actividad de canteras y
minas, sino que ésta se realice de forma planificada y con un control efectivo
por parte de las autoridades responsables, que están ahí para algo. La Declaración de Impacto
Ambiental debe ser algo más que un papel, hay que cumplirla. Muy pocas
explotaciones de la provincia de Palencia pasarían hoy una inspección, sin
embargo el órgano directamente responsable, que es Industria, no realiza estas
inspecciones ni Medio Ambiente, que tiene la obligación de supervisar, lo hace.
Los Ayuntamientos, por su parte, se limitan a dar licencias y a cobrar,
desentendiéndose de vigilar su patrimonio y las licencias que emiten, unos por
otros la casa sin barrer, son ya demasiadas las canteras abandonadas o
utilizadas de escombrera. Existen incluso resoluciones firmes del Procurador
del Común, exigiendo la restauración de canteras (Piedra de Corvio), que
Industria y Medio Ambiente no han cumplido.
Los
colectivos ecologistas piden a los jefes de Industria y Medio Ambiente que
reflexionen sobre su responsabilidad en esta situación, que sean más exigentes
en la autorización de actividades y, sobre todo, que realicen de una vez la
labor inspectora a la que están obligados por ley. En cuanto a los
Ayuntamientos o entidades menores propietarias de los terrenos, que no miren
para otro lado porque no todo es conseguir algo de dinero, son responsables de
gestionar un patrimonio colectivo que se debe explotar pero también mantener
para el futuro.
Asociaciones
firmantes:
CCSA (Coordinadora Central de Salinas).
Grupo
Ecologista La Braña.
ANPA (Asociación de Naturalistas Palentinos).
ASCEL (Asociación para la
Conservación y Estudio del Lobo Ibércio).
Ecologistas en Acción-Palencia.
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