El Gobierno cántabro aclaró ayer que no ha iniciado
ningún procedimiento para instalar un complejo gestor de residuos
industriales no peligrosos en Valderredible y destacó que ha dado por
desistida la solicitud, al no recibir del promotor la documentación
necesaria a pesar de habérselo solicitado en tres ocasiones. En un
comunicado, el Ejecutivo cántabro incide en que la Dirección General de
Urbanismo no ha autorizado tampoco el uso de los terrenos para ese fin.
La Finca Taleros, antigua Granja Munilla, se encuentra
dentro del término municipal de Valderredible aunque limita
territorialmente con los municipios palentinos de Aguilar de Campoo,
Pomar de Valdivia y Berzosilla. Esta ubicación ha generado gran malestar
en los municipios palentinos, especialmente el de Aguilar de Campoo,
que ha mostrado un rechazo frontal al proyecto. Su alcaldesa, María José
Ortega (PP), ha señalado que «la zona afectada realmente es Aguilar» y
que la instalación de esta planta de reciclaje echaría por tierra el
lema 'Arco y Aroma' (románico y galletas) que utiliza el municipio en su
promoción turística.
El comunicado hecho público ayer por la Consejería de
Medio Ambiente y Urbanismo aclara que desde enero de 2011 el promotor
del proyecto (el grupo gallego Toysal) le ha presentado, en dos
ocasiones, solicitud y documentación para el inicio del trámite de
control ambiental. Señala que en ambas ocasiones, desde la Dirección
General de Medio Ambiente, se ha considerado esa documentación
«insuficiente», al no cumplir con lo establecido en el decreto por el
que se aprueba el reglamento de la Ley de Control Ambiental Integrado.
Autorización Ambiental
Por ello, el Gobierno requirió entonces al promotor que
subsanase esas carencias para poder iniciar el procedimiento ambiental,
puesto que las instalaciones tienen que someterse al procedimiento de
otorgamiento de Autorización Ambiental Integrada (AAI), y al trámite de
Evaluación de Impacto Ambiental.
La Consejería recalca que hasta el momento el promotor no
ha aportado la documentación necesaria para el inicio de ese
procedimiento, por lo cual, «tras un tercer requerimiento y cumplido el
plazo reglamentario», se ha dictado resolución por la Dirección General
de Medio Ambiente, con fecha 29 de febrero de 2012, dando por desistida
la solicitud.
Información pública
Añade el Gobierno de Cantabria en el comunicado de ayer
que, en noviembre de 2011 el Ayuntamiento de Valderredible reogió un
anuncio de información pública en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC)
en relación a la solicitud de licencia de obras para esta actividad.
Y remarca que, ante este hecho, la Dirección General de
Medio Ambiente se puso en contacto con el Ayuntamiento para informarle
de que no se pueden otorgar las autorizaciones y licencias para la
ejecución de proyectos que requieren una Autorización Ambiental
Integral, «en tanto no se haya publicado oficialmente la resolución que
la otorgue». Recordó a los responsables municipales que no se pueden
otorgar las licencias para actividades sujetas a algún tipo de control
ambiental en tanto éstos no dispongan de Autorización Ambiental
Integrada, de Evaluación Ambiental o ambas, o de Comprobación Ambiental.
La Consejería añade que, pese a que la Junta de Gobierno
del Ayuntamiento de Valderredible indicó que el proyecto podría ser
considerado como un uso autorizable del suelo y emitió un informe
favorable de compatibilidad urbanística, la actividad se iba a localizar
sobre Suelo Rústico de Especial Protección. Destaca que, conforme a la
ley, en ese tipo de suelo están prohibidas las construcciones,
actividades y usos que impliquen la transformación de su naturaleza y
destino.
«Este hecho ya ha sido puesto en conocimiento del
Ayuntamiento», apunta la Consejería, que añade que la Comisión Regional
de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) está a la espera de la
remisión del expediente para la tramitación de la solicitud de
autorización en suelo rústico.
Desde el Ayuntamiento de Valderredible, su alcalde, el
regionalista Fernando Fernández, ha insistido en señalar que en su mano
«únicamente está tramitar la solicitud de una licencia de obra y de una
licencia de actividad que ha pedido la empresa». Al igual que ha hecho
hace unos días a través de un edicto en el que informaba a los vecinos
del municipio sobre el contenido del proyecto, recordó ayer que por las
características de la instalación y por ubicarse en unos terrenos
calificados como suelo rústico de especial interés, debe ser la
Consejería de Medio Ambiente la que de el visto bueno.